La compartí antes pero es buenísima. Además de que me siento identificado.
Hace un par de meses monte un servidor VPN privado en casa para no depender de Google Drive u otros servicios cloud.
Me está dando en las pelotas Google en toda su extensión y lo peor es que dependo de sus servicios para mi trabajo. Lo mismo me pasa con WhatsApp.
Por caer en esta madriguera de conejo terminé viendo Windows como malware, las únicas veces que lo he usado desde que llegué al mundo del software libre fue en computadoras ajenas. También mi odio a las empresas subió bastante, pero era natural y esperable.
No he visto a nadie volver después de consumir la píldora roja.
Incluso me sorprendo cuando veo que en Windows se debe instalar un software pesado, pagar por servicio de terceros o hacer parches ilegales en el sistema para hacer cosas que en Linux ya vienen por defecto con la instalación del sistema o la configuración es mínima.
Un ejemplo de esto, son las sesiones multiusuario en escritorio remoto.
EDIT: Ni hablar de herramientas de monitoreo de red, conexión mediante protocolos y cualquier cosa que sea para networking.
Teamviewer goes brrrr. Luego de tomar la redpill sobre computación he terminado en un punto donde ver Windows me causa una molestia por el desorden del sistema de archivos, me acostumbré demasiado a la jerarquía Unix. Y a este ritmo voy a terminar como uno de esos locos que usan OpenBSD en una cabaña del bosque.
Algo curioso que me pasa en el trabajo es que, cuando hay una actualización de Windows lista para instalar, empiezan a fallar las impresoras.
Cuando aplicas las actualizaciones, las impresoras funcionan normalmente.
Lo peor es que sucede en equipos totalmente al azar.
No parece un problema hasta que sos soporte de más de 200 equipos con Windows.
No sé si es que no recuerdo o realmente tuve suerte pero nunca vi pantallazos azules, yo empecé a usar computadoras con una de mi abuelo que corría XP, y no tengo recuerdos de haber visto uno.
Últimamente tengo qu arrancar Windows en mi ordenador para usar un software muy concreto que no funciona en Wine. Cada vez que vuelvo, me encuentro incómodo, desprotegido y confuso.
Además, ya tuve un ataque hace poco (consiguieron entrar en mis cuentas de Steam y Telegram; por suerte no hicieron nada grave) y estoy seguro que lo hicieron con algún “bicho” para Windows. El que tengo instalado es sólo para trabajo, y no tiene acceso a mis cuentas ni mis datos personales.
Quieren vender como que las cosas son más simples, pero te enriedan en menúes laberínticos, siempre hay peros a la hora de hacer algo y necesitas una GUI que chupa 4Gb de ram al abrirse solo para administrar procesos simples.
Yo uso una Raspberry Pi 5 personal en el trabajo y solo me conecto vía escritorio remoto a mi PC con Windows en la oficina cuando necesito usar nuestro sistema que solo corre en Edge, con modificaciones específicas del registro en Windows para funcionar y sin compatibilidad con otros navegadores, porque usa el modo de compatibilidad con Internet Explorer.
En Windows 95 y 98 era algo muy habitual. En ME era casi su estado normal. Las primeras versiones de XP explotaban en cuanto un driver hacía algo raro. También la primera versión de Vista (antes del SP1) era propensa a fallar. En Windows 10 y 11 se han hecho tristemente famosas por los fallos después de aplicar ciertas actualizaciones.
También depende mucho de qué programas se usen. Algunos tienen la mala costumbre de escribir en áreas de memoria que no les corresponden, y el sistema responde con un pantallazo color pitufo. En mis recuerdos está el infame Civil AutoCAD 2008, que me costó repetir una asignatura en la Universidad porque decidió fallar al final de un examen práctico de 4 horas.
El “panel de configuración” sigue sin estar terminado, teniendo muchos ajustes en el panel de control de toda la vida… y ninguno de los dos le llega a la altura del betún de lo que ya tenía Mandrake a mediados del 2000, no digamos ya los centros de control de KDE o Cinnamon, por citar un par de entornos conocidos.