Algunos recordarán que me compré una Lichee Pi 4 hace un tiempo y pedí recomendaciones sobre qué sistema operativo instalar en ella. Al principio, intenté instalar OpenSUSE, pensando que no sería tan difícil, o al menos tan diferente a lo que ya venía acostumbrado. Me convencí de que sería tan sencillo como en mi Raspberry Pi, pero rápidamente me di cuenta de que no iba a ser así. La instalación no era como flashear un Linux en una SD. Cuando decidí mirar el manual, en búsqueda de inspiración divina, la cosa se complicó aún más. Si solo estaba en inglés y chino… Y si no hablo inglés, asumo que ya saben que mucho menos hablo chino.
Lo primero que me sorprendió fue que necesitaba usar fastboot, y para usarlo necesitaba encender mi ordenador, ya que solo está disponible para Linux x86-64. Llevo meses usando solo mi Raspberry Pi, y la verdad, me daba flojera encender el PC. Era como, ¿en serio me vas a hacer encenderlo? Ya tengo mi Raspberry Pi encendida, ¿por qué no puedo hacerlo desde ahí? Puedo usar Box86-64, pero aun a día de hoy no entiendo ni un poco cómo funciona ese programa, así que no me iba a arriesgar ahora. Al final, terminé encendiendo el ordenador.
Después de seguir de la mejor forma que pude los pasos que estaban en el manual, el dispositivo parecía muy caliente, lo cual me asustó. Pero no sabía si eso era normal o si lo había quemado. No tenía ni idea de la temperatura exacta. Luego, con una aplicación cuyo nombre no quiero ni recordar, creo que era P-Sensor, me di cuenta de que estaba a 40º, algo que supongo que está dentro de lo normal. Pero en ese momento pensé que lo había arruinado.
Pasaron semanas sin que pudiera hacer nada, entre exámenes y tareas. ¡No me iba a perder mi tiempo en este momento! Tenía otras prioridades. Cuando por fin me senté a releer el manual que ya había leído una y mil veces y que aún seguía sin entender por completo, la única opción que me quedaba era Debian. No porque lo decidiera yo, sino porque era lo único que estaba más o menos explicado en la documentación oficial del dispositivo. Había otros enlaces a documentaciones para instalar otros sistemas operativos, pero para mí eran tan claros como un húngaro con acento francés utilizando palabras en finés y escribiéndolo todo en chino. En fin, terminé reinstalando Debian. ¿Que si era lo que quería? ¡Pues obvio que no! Yo quería OpenSUSE. Con Fedora, me conformaba. Pero Debian… no es como si no pudiera vivir con ello, pero no es lo que tenía en mente. Lo que quería era probar, experimentar. Debian ya es terreno conocido, me lo sé. Quizás no como la palma de mi mano, pero extraño no me es tampoco.
Pero bueno, ¿alguien podría decirme cómo dejar Debian al mínimo? Yo lo que quiero es dejar solo la terminal Linux, con algo como nmtui y dos o tres controladores para que me detecte el teclado y la gráfica, evidentemente para conectarme a Internet y poco más. En otras palabras, quiero el Debian pelado, el kernel. No sé, la próxima experimentaré un poco más. Así luego instalo el resto de cosas.