[Slackware] primeras impresiones de la distro más vieja

En esta entrada pretendo dar unas pequeñas pinceladas de mi experiencia inicial instalando y usando Slackware, para el que le pueda servir. La razón por la que ‘me mudé’ a Slackware desde Archlinux es simple: afán de profundización, aprendizaje y purificación de mi sistema, provocado también en parte por una serie de problemas que estaba experimentando en mi experiencia de usuario tras diversas actualizaciones de librerías X en Arch, que me obligaban a reinstalar el sistema -momento que aproveché para probar una nueva distribución-. Opté, entonces, por ir a los orígenes, a la distribución más vieja viva de GNU/Linux. Aquella distribución publicada por Patrick Volkerding en 1993 (es más vieja que yo, incluso), basada a su vez en Softlanding Linux System (SLS) de Peter MacDonald (1992). Una verdadera leyenda y tradición del ecosistema de Unix.

Pero, ¿qué razones me han llevado a elegir Slackware como mi nueva distribución de cabecera? Aquí algunos puntos:

  • Principio KISS (Keep It Simple Stupid), de sobra conocido por los usuarios de Arch, pero que en este caso se acentúa y se convierte en un heredero más cercano a la filosofía de Unix, si no es la distribución que más herencia de éste tiene.
  • Un robusto enfoque en la estabilidad y el soporte a (muy) largo plazo. A tan largo plazo que, estando actualmente en la versión 15 (2022), su anterior versión 14 se lanzó en 2012, una década de diferencia.
  • Como usuario avanzado, busco distribuciones que no me tomen por profano o, peor, idiota. Por ello las distribuciones avanzadas o “expertas” me resultan más asequibles que las que no lo son. La instalación en Slackware se realiza libremente mediante línea de comandos, si bien sí es cierto que ofrece un script setup que automatiza gran parte de estos procesos mediante dialog ó Ncurses, que hace que la instalación sea bastante sencilla, dentro de lo que cabe.
  • Slackware utiliza scripts de inicio init de BSD, mientras que la mayoría utilizaba entonces el estilo de scripts System V (ahora hay una práctica unanimidad en systemd). Los fieles del estilo BSD mencionan que es mejor ya que con este sistema es más fácil encontrar, leer, editar y mantener los scripts.

El uso general es satisfactorio. Tampoco pretendo utilizar demasiados recursos ya que utilizo mi propia instancia de dwm, algo que no pide demasiado a la máquina ni en cuestión de recursos ni en software complejo.

Si bien tengo que reconocer que el proceso de instalación me ha dado algún tormento mental:

  • Disco UEFI: utilizando en mi portatil primario el -modernísimo- sistema UEFI, la partición /boot me ha obligado a reiniciar varias veces el instalador desde el USB para dar con la clave y ejecutar de forma normal el sistema operativo. Utilizando, como de costumbre, 4 particiones sean: /boot, /, /home y [SWAP]. Sin detallar cada prueba realizada, puedo dejar registro que finalmente he mantenido la siguiente estructura de discos:
/dev/nvme0n1p1       2048     616447     614400   300M Sistema EFI
/dev/nvme0n1p2     616448  210331647  209715200   100G Sistema de ficheros de Linux
/dev/nvme0n1p3  210331648 1877987327 1667655680 795,2G Sistema de ficheros de Linux
/dev/nvme0n1p4 1877987328 1953525134   75537807    36G Linux swap

O en otra vista como acostumbra lsblk:

    nvme0n1     259:0    0 931,5G  0 disk
    ├─nvme0n1p1 259:1    0   300M  0 part /boot/efi
    ├─nvme0n1p2 259:2    0   100G  0 part /
    ├─nvme0n1p3 259:3    0 795,2G  0 part /home
    └─nvme0n1p4 259:4    0    36G  0 part [SWAP]

El tipo de formato de disco es GPT, concretamente un Samsung SSD 970 EVO Plus 1TB, con fsformat en ext4 excepto el disco de arranque, que está formateado en vfat. Importante esto último. Huelga decir, que como es lógico para muchos no he instalado LILO sino ELILO; versiones más simples y ligeras que el archiconocido grub.

  • El gestor de paquetes. Si bien estamos bastante acostumbrados al empleo de gestores de paquetes bastante generalistas y que centralizan gran parte de toda la gestión (pacman, apt…), debido a la simplicidad esencial de Slackware -y también a su férreo tradicionalismo- es un tema algo más complejo (paradójicamente).

    Como digo, llevo poco con Slackware y es bastante probable que dé alguna información errónea, si no herética. Pero un pequeño resumen puede ser que en este viejo sistema coexisten 3 “gestores”:

    • pkgtools: es el gestor de paquetes ‘estándar’ y ‘predeterminado’ en Slackware. Incluye herramientas como installpkg, removepkg, upgradepkg, etc. Tiene un uso parecido y típico al que estamos acostumbrados. Es extremadamente simple de usar y muy eficiente, sin embargo no tienen muchas características que consideraríamos avanzadas, como la resolución automática de dependencias, lo que aveces constituye un hueso.
    • sbopkg: es un gestor de paquetes para SlackBuilds.org, que es un repositorio de scripts pseudográficos (dialog) que automatizan la compilación e instalación de software. sbopkg te permite buscar, descargar, compilar e instalar paquetes slackbuilds fácilmente desde la línea de comandos o una interfaz gráfica. Es muy útil para instalar software que no está incluido en los repositorios oficiales de Slackware; diríamos que es el equivalente a gestores que apuntan a AUR en Arch, como yay o el viejo aurman.
    • slackpkg: es la herramienta de gestión de paquetes más similar a apt o yum de otras distros. Te permite buscar, instalar, actualizar y eliminar paquetes de los repositorios oficiales de Slackware. También puede manejar actualizaciones de seguridad y parches del sistema. Es útil para mantener tu sistema actualizado con los últimos paquetes disponibles en los repositorios oficiales de Slackware.

Además, como sorpresa bastante interesante, existe un script denominado rpm2tgz que te permite transformar los paquetes clásicos de RPM en instalable sencillo para Slackware, de tal forma que el resultado .tgz puede ser pasado como argumento a installpkg. De lo más útil que he visto.

8 Me gusta