Libro de registro: mi experiencia con Suse Leap

¡Hola, pingüinos! ¿Todo bien?

Hace algún tiempo que estoy buscando el sistema ideal para mi laptop IdeaPad (con Ryzen 5, gráficos Vega de AMD y 1 terabyte de almacenamiento).

Pasé bastante tiempo usando Pop!_OS, pero las últimas actualizaciones comenzaron a devorar los 8 GB de RAM de mi querido portátil. Así que emprendí una aventura: probé TigerOS —muy bueno, pero no me adapté al entorno Plasma/KDE. Sin mucho ánimo, decidí probar Fedora… ¡y me enamoré! El sistema está tan bien hecho que parecía adivinar lo que iba a hacer.

Usé Fedora por un buen tiempo y, para mi sorpresa, solo logré romperlo dos veces (lo considero una buena señal, ya que tengo la costumbre de crear scripts algo locos que llevan al sistema al límite). Después de esa experiencia, decidí explorar openSUSE y sus variaciones. Para sumergirme de lleno, probé el ambiente Impression e instalé el Leap, que fue la primera versión de openSUSE que encontré.

Al iniciar el sistema, me sorprendió el instalador: muy dinámico y fácil para gestionar particiones. Solo eché de menos la opción de probar el sistema antes de instalarlo, como en Pop!_OS. Pero tiene sentido que no lo incluyeran, ya que el instalador ofrece más de cuatro entornos gráficos (KDE, GNOME, Xfce, un entorno propio y otro para servidores).

Empecé con Xfce, pero no me gustó. Así que reinstalé el sistema y elegí GNOME.

Cuando inicié sesión por primera vez, tuve que reaprender a administrar el sistema, ya que estaba acostumbrado solo a sudo. Poco a poco, fui entendiendo lo básico de zypper. Creé un script para eliminar todas las aplicaciones de GNOME, actualizar el sistema y limpiar los paquetes huérfanos. Fue en ese momento cuando rompí el sistema por primera vez: un error de separación en el script provocó la autodestrucción del sistema.

A pesar del tiempo que invertí aprendiendo zypper y eliminando la montaña de aplicaciones preinstaladas de GNOME, logré hacer una limpieza completa. El único problema fue el Firefox predeterminado, que parecía una versión anticuada/retrasada. ¡Pero nada que la versión Flatpak no solucione!

Hasta el día de hoy (12/10) sigo usando Leap, y hay muchas cosas que prefiero no tocar para evitar una tercera ruptura. Por eso, no utilizo con mucha frecuencia los programas “Módulos de YaST2”, solo cuando la curiosidad me lleva a investigar.

Por ahora, me ha encantado lo que he probado del sistema. Lo rompí dos veces: la primera, al intentar eliminar las aplicaciones de GNOME e instalar y desinstalar los paquetes huérfanos; y la segunda, al intentar instalar VS Code, ya que tuve un problema con zypper y casi rompo el sistema, lo que me obligó a reinstalarlo. Sin embargo, veo que estos problemas reflejan mi filosofía de aprendizaje: me lanzo de lleno al sistema para desafiar mis habilidades.

Recomiendo que quien no lo haya probado, pruebe Leap. Está muy bien hecho y se adapta perfectamente a mi laptop. De hecho, el bajo consumo de batería fue lo que más me sorprendió en la práctica.

No me saque usted de Fedora con su spin de i3. La estabilidad de Fedora está hecha a prueba de los usuarios más duros, como fue mi caso al iniciarme en el mundillo. Llevo con mi instalación - debidamente actualizada - unos dos años.

Bien es cierto que he confiado la mayor parte de mis herramientas a flatpak… y tampoco me dedico a hacer scripts que detonan los paquetes preinstalados jejeje

jajaja
Dicho esto, la idea no es influir en nadie para que abandone su distro favorita. Simplemente, por diversión, presenta Leap.