Llevo mucho tiempo obsesionada con la idea del panóptico. De la hipervigilancia. Es un tema tan complejo como fascinante que despierta reacciones emocionales en las personas al hablar de ello.
Pero me gustaría que las dejarais a un lado y pensarais en cómo creéis que transformará el mundo. Eso es lo que me pregunto continuamente.
Por un lado considero que es igual de inevitable que la imprenta, es decir: no importa si uno está o no de acuerdo, es algo que va a ocurrir por las necesidades de seguridad que se van a generar a raíz de que la tecnología abre muchas posibilidades de hacer el mal a otras personas y el panóptico permitiría reducir la criminalidad violenta o la falsedad testimonial muchísimo, por lo menos en las ciudades. De hecho este fenómeno ha podido verse recientemente con el descenso drástico del número de asesinos en serie en los núcleos urbanos, ahora este tipo de criminal opera fundamentalmente en zonas rurales o marginales donde no hay vigilancia.
Sin embargo, por otra parte comprendo la crítica que se le hace desde el lado de la privacidad.
Lo que yo quiero discutir aquí NO es una cuestión moral. Sino que me gustaría saber vuestras opiniones sobre cómo creéis que el panóptico, cuando sea realmente abrumador y la privacidad deje de existir casi en su totalidad en los núcleos urbanos y el interior de las casas, cómo afectará eso a las dinámicas interpersonales, sociales, de masas… Es decir, qué forma de sociedad seremos.
Me intriga mucho esto porque normalmente se tiende a hacer las valoraciones a este respecto olvidando la entropía inherente a las cosas y, especialmente, al ser humano. Por lo que es algo mucho más complejo de lo que pueda parecer.
Claro, el otro punto es quebse presta para ser instrumento de persecución de un mal gobernate hacia sus detractores, si bien regula las tazas de violencia también abre la posibilidad de que se merme esa libertad de expresión, piede apreciarse esto en el surgimiento de herramientas especiales para dicientes como lo son Linux Tails.
Que interesante Tema, quiero dar gracias a @Chad por este espacio.
En un futuro como mencionas (si es que llega hacer así), las personas que quieran su libertad trataran de limitar el uso de la tecnología, usándolo cuando traiga un beneficio propio y a su entorno.
Creo que ya estamos en una etapa inicial de lo que describes y conozco a gente (en la cual me incluyo) que esta empezando a dejar de usar redes sociales y tener sus tiempos de conexión.
Comparto que el uso de la tecnología se utilice para bajar la cantidad de crímenes y permita una mejor de vida en la sociedad, pero no creo que tenga que ser parte de todos los aspectos de la vida de los seres humanos y solo darle un uso en lo que se necesita y nada más.
Personalmente considero que las evidencias están a la vista. Es un esquema que ya generó su polémica. Sin ir muy lejos en el tiempo, tenemos lo que está sucediendo con Telegram, en donde el afán de control de gobiernos ha llevado a la violación de derechos humanos hacia su creador, la persecución política de “ambos bandos” y la demostración de qué cosas son capaces de hacer usando justificaciones como tarjetas de acceso.
Otro caso muy conocido y el cual nombro siempre, es el de Julian Assange, a quien sin tener fundamentos legales para detener sus actividades, decidieron crearlos y montar un escenario que les permitiese actuar con total impunidad y hacer lo que quisieran.
¿Cuál es el límite y quién decide hasta dónde está bien y hasta dónde está mal?¿Con cuáles herramientas cuento para defenderme en caso de que el propio mundo decida ir en mi contra siendo que pueden detener hasta al creador de esas herramientas?
En otro punto, dentro del esquema también genera la falsa necesidad de que nos controlemos entre nosotros mismos, de que volvamos a encarrilar a quién se sale del sistema. Es ese el motor de su autosuficiencia.
No voy a discutir sobre su eficacia, sólo voy a defender con uñas y dientes algunos de mis derechos afectados por ese tipo de medidas. No me considero ganado de nadie.
Creo que están siendo extremadamente pesimistas, como si el futuro fuese a ser como una novela de Orwell pero peor. Y tal vez sí, pero todavía queda mucho que hacer para evitarlo. Aunque entiendo que la indiferencia de las masas ante la violación de sus propios derechos humanos es desesperanzadora.
También yo durante un tiempo cuando empecé a investigar un poco más sobre Foucault me quede con la idea del panóptico y la vigilancia. Es algo que puede aplicarse mucho al contexto digital y al desarrollo tecnológico en nuestros tiempos. Lo digo por que cada vez nos sentimos más vigilados, hay cámaras de seguridad, la cultura de la cancelación, el tener que identificarse en todo momento y que todos nuestros datos pertenezcan a agentes externos que podrían hacer uso de ellos en tanto que se requieran, esto ciertamente modifica nuestro actuar y ya sea consiente o inconscientemente delimita nuestro comportamiento frente a lo que podemos y no podemos hacer en caso de que nos estén vigilando, lo cual es el fin último de la idea del panóptico.
En mi opinión esto puede tener relación con lo hablado antes en otro tema, sobre la privacidad y el anonimato, aquí claramente se ve el impacto que tiene esta idea de la vigilancia, pues cuando somos anónimos somos más libres, sabemos al menos que no nos están observando directamente, no saben quienes somos.
Algunas personas consideran que si bien existen regulaciones en algunas redes sociales estas no son realmente rigurosas, entonces, ¿por qué nos debería importar?, lo importante es que me muestren lo que “a mí me gusta”, y de esta manera, deciden ignorar el resto. Puede que en este momento esas regulaciones sean sutiles, pero con el tiempo se vuelven más estrictas siguiendo criterios como intereses políticos u otros. Aunque hay un aspecto importante que diferencia esta idea del futuro de otros futuros distopicos como 1984, y es que aquí prima el discurso sobre la “libertad de expresión”, se nos dice que somos libres de publicar lo que queramos, esa idea de “libertad” nos encanta, pero aún así nos siguen controlando, de manera sutil pero rigurosa, lo que nos dan es solo contenido inofensivo, que no influencia directamente y nos lleva a tener un pensamiento crítico sobre el contexto en el que vivimos, solo dentro de esta delimitación es que se puede tener libre expresión, esto lleva a una idea distinta del futuro, donde ya no nos sentimos vigilados, y ni siquiera existe la posibilidad de meditar sobre ello. La peor prisión de todas es aquella en la que nos sentimos libres.