La opción preferible en casi todos los casos es no utilizar el DUAL BOOT. Un único sistema operativo para una única unidad de almacenamiento. De lo contrario, atente a sufrir las consecuencias de la inestabilidad que generan las particiones dobles, que confrontan las actualizaciones de Windows Boot Manager contra GRUB. Aunque realizases correctamente el proceso, ten por seguro que se romperá eventualmente (y por culpa de Windows).
Tienes tres opciones:
- Proveerte de un disco duro/SSD conectado vía USB cada vez que quieras ejecutar algún entorno con un sistema de arranque distinto al de Windows - la mayoría de distribuciones con base GNU/Linux pueden bootearse desde un disco duro externo.
- Utilizar únicamente un sistema con base Linux.
- Utilizar únicamente Windows, con el subsistema de windows para Linux.